Foto de una ilustración tras cristal: oscura y con reflejo

Suele pasar que, al sacar una foto a una ilustración acristalada, con flash, luego sólo se vea un fogonazo de luz. Para resolverlo, el fotógrafo puede reducir la sensibilidad de la cámara a la luz... pero entonces puede quedar muy oscura. Es lo que ha pasado con esta foto de una ilustración de Luis Royo, sacada por Azrael en el último Salón del Cómic de Barcelona.


Vamos a ver si podemos adecentarla. Parece que está bien enfocada y ha sido tomada más o menos de frente; no del todo, porque el flash se habría notado aún más, pero lo suficiente para no distorsionar apenas la imagen (así que esta vez no trataremos ese aspecto; lo reservaremos para otra ocasión).

Nos limitaremos a quitar ese reflejo y corregir la luminosidad (como casi siempre, con Photoshop). Vamos allá.

Lo primero será desaturar la imagen para librarnos de reflejos de color innecesarios:


Después de hacer zoom sobre la zona que nos interesa, la del fogonazo, cambiamos de herramienta y elegimos la de selección poligonal:


Con esta herramienta seleccionaremos los cuernos de la diablesa, que están demasiado próximos a la zona que vamos a alterar:


Más vale prevenir; por eso hemos hecho la selección. Una vez hecha, pulsamos Ctrl J en el teclado para duplicar la selección en una nueva capa, como se puede comprobar en la paleta de capas:


Ahora debemos desactivar la nueva capa, pulsando sobre el icono con forma de ojo:


Y nos colocamos de nuevo en la capa del fondo para poder operar en ella:


La herramienta que vamos a utilizar es la de reparación, que es similar al clonado de toda la vida pero tiene una serie de peculiaridades que la hacen única:


Esta herramienta se usa igual que la de clonado pero hay que tener cuidado con que no haya zonas de alto contraste cerca, pues analiza la luminosidad del entorno de la pluma para determinar la de la zona clonada. En este caso, la punta de los cuernos son un problema. Por eso (previniendo, anticipando los problemas) hemos hecho una copia de los cuernos.

A continuación determinaremos el tamaño de la pluma para corregir los pequeños detalles:




Hacemos zoom sobre la zona a tratar y empezamos con el rayón que hay debajo de los cuernos (¿veis el circulito de la pluma?):


Y seguimos con el resto. En realidad no es necesario que sigamos corrigiendo estos detalles ahora, pero es para que veáis cómo se hace. Esto es especialmente útil para eliminar pecas, verrugas y granos de las fotos de novias, madres y suegras. :-)))

Si os fijáis, hay un signo más visible en la zona de donde hemos tomado la muestra para clonar:



Pero como ya os he dicho, no es necesario andarse con esos detallitos en la zona del flash; luego aumentaremos el tamaño de la pluma para reparar toda la zona de una vez.

Antes de seguir con la reparación, vamos a realizar una operación sobre los cuernos. Recordemos que la herramienta de reparación puede oscurecer la zona que queremos reparar al tomar los niveles de luminosidad de alrededor como referencia; en este caso, las oscuras puntas de los cuernos. Para solucionar esto, vamos a “cargarnos” los cuernos de la capa del fondo (no pasa nada; están a salvo en la capa 1 que hemos creado antes).

Para ello, seleccionaremos la zona. Una manera rápida es colocarse en la capa de los cuernos [1], cargar la selección a partir del canal de transparencia [2] y volver a la capa del fondo para operar en esa selección [3] (pero no en la capa 1, ojo; lo que queremos alterar es el fondo).

1: Vamos a la capa 1:


2: Cargar selección:



3: Desactivar la capa 1 y volver a la del fondo:


Con la herramienta de clonado, “borraremos” la punta de los cuernos en la capa del fondo (hay otras formas de hacerlo pero esta me parece la más válida):



Así queda al quitar la máscara de selección (Ctrl D):


Ya podemos seguir. Aumentamos el diámetro de la pluma, para hacerlo todo de una vez:


Y empezamos a reparar:




Et voilà:


Vamos a movernos un poco a la derecha:


Activamos la capa 1 (la de los cuernos):


¡Tachán!:


A continuación acoplamos las dos capas en una. Hay dos maneras de hacerlo; como solo hay dos capas utilizaremos la más sencilla:


Para terminar, corregiremos los niveles de luminosidad.

Niveles

A partir de ahora mis comentarios sobre tratamiento de imágenes tomarán la forma de pequeños tutoriales. Si os surgen dudas, no dudéis (valga la redundancia) en consultármelas.

* * *
Estos días, animado por mi incipiente renacimiento artístico, estoy rescatando decenas de dibujos y textos realizados en mis anteriores etapas creativas (1991-1994, 1995-1998 y 1999-2001, cada una de ellas con características bien definidas), y digitalizándolos para hacer una especie de crónica personal de plagios e invenciones pictórico-literarias.

Uno de los problemas a los que se enfrenta cualquier “scanmaster” al principio de su actividad es lograr un buen contraste en las imágenes que digitaliza. Puede que el escáner no esté bien configurado, seguramente el monitor no estará calibrado, o quizá el original ha perdido cualidades.

En fin... Se impone el retoque.

Hace años, cuando empecé a escanear imágenes (durante años he coleccionado imágenes curiosas en papel, recortadas de todo tipo de medios impresos, a modo de “librería de imágenes”, con especial atención a todo aquello que tuviera que ver con la ciencia y la tecnología, la exploración espacial y el género fantástico en general), lo hacía a pedales, manipulando los valores gamma, el contraste y la luminosidad. Mal hecho. Puede que así lo veas bien tú, pero si no tienes el monitor calibrado y el original delante, correctamente iluminado, para comparar... en realidad puedes haberte “cargado” el escaneo. A saber cómo lo verá otra persona en su monitor, o tú mismo dentro de seis años (por ejemplo)... Aparte de que es un proceso un poco engorroso.

Una solución rápida y bastante segura viene (como casi siempre) de la mano del Photoshop: Los niveles.

Por ejemplo (fácil, pues ya de por sí tiene contrastes pronunciados), un dibujo erótico de hace doce o catorce años que hice a partir de una imagen de mi “banco” particular, probablemente sacada de un viejo Penthouse comprado en el rastro de Gijón por diez duros:


(Soy un guarrillo, ya lo sé...)

Es obvio que el escáner lo ha sacado con poco contraste... ¿Obvio? No sé, en mi monitor (que normalmente no está calibrado; ya no me molesto porque mi familia no deja de cargarse mi trabajo en cuanto me levanto de la silla para dejar la pantalla como le peta a cada cual) se ve de esa manera, con poco contraste.

Echemos un vistazo a sus “niveles”:



¿Veis esos espacios vacíos delante y detrás de la curva? La manera de corregirlos es mover los triangulitos al inicio y al final de la curva (el del centro controla los niveles medios; puedes probar a moverlo para modificarlos, si lo crees necesario):


Aceptamos et voilà:



Esto vale para cualquier tipo de imagen digital; vuestras fotografías digitales pueden mejorar bastante si las pasáis por ahí.

(Por cierto, Blogger cada vez me va peor; he tardado más en subir esta entrada que en escribirla.)

Problema: al escanear de una revista, se nota lo que hay en la otra cara

Vas a escanear una foto de una revista y... ¡Maldición, se traspasa el texto de atrás!

Non ti preoccupare. Tengo la solución:

Tapa el reverso de la foto (la cara que queda hacia arriba al escanear) con un fotolito totalmente negro. (Si no tienes, bastará con una cartulina negra.) Y vuelve a probar.

Para que veas la diferencia, la primera está escaneada sin cubrir, mientras que la segunda está cubierta (se trata, por cierto, del affiche de la exposición inaugural del museo del cómic de Angoulême [1990], sobre las Ciudades Oscuras de Schuiten y Peeters):



Si el papel es muy fino, como en este caso, siempre se notará algo. Pero la diferencia es bastante grande.