7.7.15

Otro plagio indecente

Me han pedido que comente esto. Lo hago esta vez porque ha sucedido en Santander, en mi tierra. En fin, qué voy a decir... Os remito al título de esta entrada.

DESCALIFICAN EL CARTEL GANADOR
DE LA SEMANA GRANDE POR PLAGIO

Primero, que un presunto profesional se presente a concursos con premios de 400 euros ya me parece mal. Pero, encima, que plagie el trabajo... ¡El acabóse! Ya se puede esconder debajo de una piedra, ya.

Y mal por el Ayuntamiento por la jeta que demuestra pillando carteles a un precio bajísimo y quedándose con todo vía bases. Si premias un trabajo, lo lógico es que lo hagas por encima de su valor de mercado, no con una pequeña fracción. ¿Qué clase de "premio" es ese?

Los profesionales decentes ya estamos hasta los huevos de concursitos de mierda, vaya eso por delante. Cientos de trabajos donde elegir a cuatro duros. ¡Vaya jeta!

Por eso siempre digo que, si eres diseñador profesional, NO TE PRESENTES. Por ti, por tu gremio, por tu dignidad como profesional. NO A LOS CONCURSITOS DE MIERDA.

9.3.13

Adobe Acrobat X Pro y su nueva interfaz


Amigos diseñadores, maquetistas, etc.: la interfaz de clic de Adobe Acrobat X Pro es una puta mierda. Hala, ya está, ya lo he dicho en público.

No se puede putear así a los profesionales. Los cambios tan radicales atentan contra la productividad y generan un estrés innecesario en un entorno laboral y comercial bastante estresante de por sí. Cambiarlo todo de sitio no hace más que empeorar las cosas cuando cada segundo cuenta. ¡Quiero de vuelta mis menús!

Si no habéis abandonado Acrobat 9 Pro y no tenéis necesidad de hacerlo (a mí me lo han impuesto en el trabajo), aún estáis a tiempo de evitar pérdidas de tiempo y de volveros locos con la nueva interfaz, que encima no se puede cambiar al modo anterior. ¡Seguid con Acrobat 9!

9.2.12

Vuelve «Mad Men».



El 25 de marzo regresará a nuestras pantallas la serie norteamericana «Mad Men». Una serie relacionada con el mundo de la publicidad en los años 60 que refleja perfectamente el ambiente de las agencias y (me consta) es la favorita de medio gremio en el sector de la creatividad comercial. El cartel hace un pequeño homenaje al estilo minimalista que se impuso en el arte comercial justo antes de la llegada del pop-art y el postmodernismo a la publicidad. Es todo un acierto, pero ha resultado ir mucho más allá de lo pretendido, convirtiéndose, merced a su diseño, tan diáfano, en fuente de inspiración para cientos y cientos de personas, que lo han modificado de mil maneras para gozo de los encargados de la campaña, que han visto cumplidos los sueños de cualquier publicitario: que su campaña se vuelva viral con una inversión mínima. Es el meme publicitario del momento y yo, claro, no he podido resistirme.

(Mi versión.)

En la web del diario «El País» hay más información sobre el fenómeno, que empezó en los andenes del Metro de Nueva York y, tras pasar a Internet, se ha ido extendiendo por toda la red.

16.4.11

Photoshop se cuelga al pegar en una nueva capa e intentar moverla


Le pasa a mucha gente que trabaja con Photoshop CS4 o CS5 en un PC con Windows Vista o Windows 7: Un error al pegar y mover que te obliga a cerrar Photoshop. Por ejemplo, al ir a reconstruir una imagen separada en dos páginas que forman una splash page; copias la segunda parte, la pegas en una capa sobre la primera, vas a ajustarla y... plof, el Photoshop se cuelga. O simplemente al pegar un pequeño recorte y tratar de colocarlo en algún sitio. Es exasperante y uno no sabe por qué puede ser. Siempre es al pegar y mover. Si pegas, guardas el trabajo, cierras Photoshop, y vuelves a abrir el documento, entonces ya sí te deja moverlo. Hasta que vuelvas a pegar otra cosa, claro. ¡Qué pesadez!

Alguno habrá notado que no siempre pasa. Unas veces sí y otras no, lo que resulta bastante desconcertante. ¿Está bien el Photoshop?, ¿tendrá un virus mi PC?

Bueno, pues no os preocupéis. Os voy a decir la causa: Tenéis que saber que, cuando eso ocurre, hay un programa en marcha en vuestro PC que, aparte de comer mucha RAM, os está provocando ese error al pegar y mover. Se trata del gestor de descargas JDownloader que muchos utilizamos para gestionar y facilitar la descarga segura de nuestros ficheros y documentos para compartirlos con nuestros clientes, y ellos con nosotros. (Disimula, disimula...)

Sí, amigos, ya sé que la perspectiva de tener que interrumpir las descargas mientras usáis Photoshop no es muy atractiva que digamos, pero es lo que recomiendo; además, así tendréis un extra de memoria RAM, que siempre viene bien. Pero si os fastidia mucho, estad tranquilos porque, de todos modos, tampoco es imprescindible dejar de usar el JDownloader; basta con hacer un pequeño ajuste en las preferencias de Photoshop para solucionar el conflicto.


En las preferencias generales de Photoshop (en PC, salen apretando Ctrl+K) tenéis que desmarcar la opción Exportar portapapeles (ver imagen de arriba).

Así de fácil. Ya podéis seguir usando el Photoshop mientras descargáis ficheros con el gestor JDownloader. Eso sí, tenéis que recordar que, al quitar esa opción, lo que hayáis copiado o movido al Portapapeles se esfumará al cerrar Photoshop. Tenedlo en cuenta.

Gracias a MartiXFX, del foro de ayuda de Intercambios Virtuales, por compartir esta solución en la red. Podéis ver su aportación pulsando AQUÍ.

19.1.11

Ars Photographica


No sé por qué no he comentado nada aquí (bueno, sí, por pereza) pero bueno, ahí vamos: he abierto otro blog (y van...), esta vez sobre fotografía, una de mis grandes pasiones. Se titula Ars Photographica (ya sé que muy original no es, qué le vamos a hacer, pero el contenido merece la pena).

La idea es publicar, durante 2011, 365 fotografías en blanco y negro, con calidad suficiente para apreciarlas debidamente en un monitor normal, con una altura de 1024 píxeles para las fotos de formato cuadrado o vertical y 1200 o 1280 píxeles para las apaisadas. Siempre o casi siempre serán obra de fotógrafos de prestigio. Y cada dos meses (o tres, si veo que se me echan las fechas encima con la selección de fotos, cosa bastante posible dada mi famosa pereza para todo lo que no sea ganar dinero) cambiaremos de tema.

Los erotómanos como yo están de enhorabuena porque comenzamos en enero y febrero con una serie dedicada a la fotografía del cuerpo femenino, con una posible prórroga en marzo. Luego, en primavera, seguiremos con la fotografía de arquitectura, ingeniería civil y espacios públicos. Y luego continuaremos con paisajes.

En principio no es mi intención incluir mucho texto en las entradas, creo que las fotos son lo bastante elocuentes, para utilizar la expresión del gran Edward Weston. Sólo los datos básicos de que disponga. Pero igual luego me pongo a editar las entradas para añadir impresiones, análisis, citas de críticos o de otros artistas sobre la obra, etc. Y en algunos casos sí que habrá una introducción.

En fin, espero que os guste. Os dejo con la fotografía de ayer, del francés Jean-Loup Sieff (1933-2000), uno de los que más se esforzó en el siglo pasado por hacer arte aprovechando su afición a sacar fotos a bellas mujeres en cueros.



Jeanloup Sieff, Derrière anglais. París, 1969.

Ars Photographica

31.12.10

¡Feliz 2011!



La Tertulia Fantástica de Santander os desea un feliz y próspero Año Nuevo.

24.12.10

¡Feliz Navidad 2010!



La Tertulia Fantástica de Santander os desea unas Felices Fiestas.

26.11.10

Problema con clave de registro al instalar Acrobat



«No se puede abrir la clave HKEY_LOCAL_MACHINE \ SOFTWARE \ Microsoft \ Windows \ CurrentVersion \ Run \ OptionalComponents \ MSFS. Compruebe que dispone de suficientes derechos de acceso a esa clave o póngase en contacto con el personal de soporte técnico.»

¡Qué putada! Y ahora la instalación de Acrobat se da media vuelta y huye dejándote con un palmo de narices.

Como sabrás si has llegado aquí buscando una solución a este problema, MSFS es una clave del registro de Windows (creo que esto ocurre tanto en XP como en Vista) que, una vez corrupta, es especialmente refractaria a dejarse eliminar. Es sin duda la clave más rebelde con la que me ha tocado lidiar. Ni con REGAssasin hay modo de eliminar la clave del registro para que la instalación no se interrumpa al encontrársela, ni poseyendo todos los derechos del mundo.

Quizá ya te han dicho por ahí que modifiques los permisos de la clave, y habrás perdido el tiempo siguiendo pasos que no te llevan a ningún sitio porque, a pesar de todo lo que intentes, el sistema nunca te reconoce como propietario del objeto con derechos para hacer lo que te dé la gana con el mismo... Tranquilo, eso se acabó.

Como parece que nadie en los foros ha sido capaz de pasar de esa clave, parece que nadie sabe que son las tres claves de OptionalComponents, no sólo MSFS, sino también IMAIL y MAPI, las que andan jodiendo la marrana. Hay que cargarse las tres. Si te cargas MSFS y pruebas otra vez a instalar Acrobat, te volverá a decir lo mismo con MAPI, y así. ¿Pero cómo te las cargas, que es lo que estás intentando solucionar?

Hay un programilla llamado The Avenger con el que se puede hacer. Hay que ser muy cuidadoso con esta herramienta, ya que es tremendamente potente y si la usas indebidamente te puedes cargar el sistema.

Se puede obtener AQUÍ.

No requiere instalación; lo descomprimes en una carpeta y lo ejecutas.

Pues bien, en la ventanita "Input script here" pones (exactamente):

Registry keys to delete:

Y debajo pones la ruta a la clave que has obtenido del RegEdit con el comando Copiar nombre de clave.

Por ejemplo, en mi máquina:

Registry keys to delete:
HKEY_LOCAL_MACHINE\SOFTWARE\Microsoft\Windows\CurrentVersion\Run\OptionalComponents\MSFS
HKEY_LOCAL_MACHINE\SOFTWARE\Microsoft\Windows\CurrentVersion\Run\OptionalComponents\MAPI
HKEY_LOCAL_MACHINE\SOFTWARE\Microsoft\Windows\CurrentVersion\Run\OptionalComponents\IMAIL

Y le das al botón Execute.

Yo lo hice una a una, porque me fui topando con ellas en cada intento de instalación, ¡menudo coñazo! Si lo llego a saber me cargo las tres de golpe, como en el ejemplo.

Se te avisará de un reinicio. Es normal; has modificado el registro y tienes que reiniciar para que la máquina rule como es debido. Al reiniciar se abrirá un fichero de texto con el consabido log contándote lo que ha hecho The Avenger: solucionarte el problema.

Et voilá! Ya puedes darle caña a la instalación del Acrobat, que no se topará con sorpresas en el registro.

De nada. :-))

1.11.10

Glenn Jones, diseñador e ilustrador.


Glenn Jones es un diseñador gráfico e ilustrador de Auckland, Nueva Zelanda. Lleva más de quince años en el negocio y su oficio, como puede verse abajo, es innegable. En Threadless.com vendió montones de camisetas con divertidos diseños “frikis” como estos. Ahora ya tiene su propia empresa de camisetas, Glennz Tees (store.glennz.com), una gozada para la vista.

Direct Line (Línea directa)

Prankster (Bromista)

Rocket Science (Ingeniería aeroespacial)

Spun Dry («Secado por centrifugado/hilado», genial juego de palabras con el participio de spin, girar, y el adjetivo spun, hilado, por los hilos de la telaraña)

Party Trick (Truco de salón)

Yo me las compraría todas. :-)

24.10.10

Más portadas para AJEC


Pues aquí estoy de nuevo enseñando mis cosillas, con permiso del editor: dos nuevas portadas de sendas novelas que saldrán próximamente publicadas por el Grupo Editorial AJEC. Se trata de Katesi, de Enrique de Rodrigo, y Las puertas de El Álamo, de Stephen Harrigan.

Katesi es un “techno-thriller” con elementos fantásticos y una trama de acción relacionada con el mundo del vino. De ahí el catavinos negro para catas ciegas y el revólver, amablemente cedido por Óscar Nieto para la ocasión. La realización de esta portada ha sido toda una odisea (¿de dónde saco una “pipa” para la foto?), pero creo que ha merecido la pena (modestia aparte).


Las puertas de El Álamo pertenece a la colección “Hystorica” de AJEC y está ambientada en los tiempos de la independencia de Texas, con el trasfondo de los acontecimientos que llevaron a la Batalla de El Álamo, en 1836. Tiene críticas muy buenas y la vitola de best-seller en Estados Unidos. Ya tengo ganas de leerla. En esta portada utilicé una ilustración de Edward Everett, litografiada por C. B. Graham, de las ruinas de la Misión de San Antonio de Valero, —donde tuvieron lugar los hechos—, unos diez años después de la carnicería. La litografía se conserva en la Biblioteca del Congreso de EEUU y, obviamente, es de dominio público.


Ambas novelas van a salir próximamente en tapa dura, forradas al cromo y con sobrecubierta.

3.6.10

Camiseta de la TerSa 2010


Este es el diseño que he hecho para que los miembros de la Tertulia Fantástica de Santander (TerSa) podamos lucir camisetas nuevas en la AsturCon de este año. A la cuarta va la vencida:



17.5.10

Adiós, Dio



Ronnie James Dio falleció ayer, 16 de mayo de 2010, víctima del cáncer de estómago que padecía desde hace poco más de un año. Mito del heavy metal, fue quien introdujo el gesto de la foto en el mundo del rock, una herencia de su abuela siciliana, que lo usaba a menudo (como tantos italianos, especialmente en Sicilia) para ahuyentar a los malos espíritus.

Nunca lo olvidaré ni dejaré de escuchar su impresionante voz en tantos discos míticos de Rainbow, Black Sabbath, Deep Purple... Una gran pérdida para el mundo del rock.

Valga la fotografía de arriba, que he sacado esta mañana, con Man On The Silver Mountain sonando en mi estudio-biblioteca, como postrer homenaje a su legendaria figura.

\m/,


Ronnie James Dio (1942-2010)


22.3.10

Photomerge: Palacio de la Magdalena


Palacio de la Magdalena, originalmente cargada por Jean Mallart.



Unión de cuatro fotografías. Es muy fácil hacer este tipo de panoramas con Photoshop; sólo hay que procurar que las bases coincidan lo máximo posible al hacer las tomas. Para este caso he elegido el menú Archivo>Automatizar>Photomerge; he dejado las opciones por defecto, "Automático" y "Fusionar", y he seleccionado las fotos pinchándolas en orden y apretando Ctrl para tomarlas de una vez.

Después he tenido que ajustar la perspectiva y rellenar alguna esquina con un poco de cielo.

16.2.10

Meme: Diseña la portada de un disco ficticio

  1. Visita una página aleatoria de Wikipedia y apunta el título del artículo; será el nombre del grupo.
  2. Ahora visita esta página de citas y toma las cuatro últimas palabras de la última cita para el título del disco.
  3. Para terminar, escoge la tercera imagen de esta página de Flickr para la portada.


15.2.10

Caballos de La Camargue


Yves Brayer pintó un cuadro que me trae dulces recuerdos de un paisaje televisado de la Francia sureña: Chevaux de Camargue La estampa es idéntica a aquella que recuerdo de los bellos caballos albos de La Camargue chapoteando en las marismas del delta del Ródano. Según mi madre, los caballos de la Camargue no son tan hermosos, pues se pelean a menudo y están sucios y llenos de cicatrices, mientras que aquellos que yo recuerdo estaban inmaculados y, aunque salvajes, parecían dotados de una nobleza tal que ningún ser humano podría igualarla.

Ahora que lo pienso, es posible que esta creencia mía tenga que ver con «Los viajes de Gulliver», de Jonathan Swift, que leí siendo muy niño; no una versión resumida para niños, sino una traducción íntegra y directa del original de Swift, editada por Anaya, que mi madre me regaló. Le gustaban las ediciones íntegras, cosa que le agradezco. No soporto la censura.


29.1.10

Ceci n’est pas une pipe



Como el anterior, este texto fue escrito hacia 1998 y forma parte de «De mis emociones estéticas». No prestéis demasiada atención a la última frase; recordad que esto está orientado a que lo leyese mi profesor de Estética en la facultad de Filosofía de la UNED. Además, por aquel entonces yo era aún muy joven y, tengo que reconocerlo, bastante pedante.




CECI N’EST PAS UNE PIPE


Así rezaba la leyenda que Magritte pintó bajo la imagen de una pipa de fumar en su famoso cuadro. Era la primera vez que veía un “magritte”. Tendría unos once años, y fue en un programa de televisión.

Mi madre es francesa, y leo decentemente en francés desde muy niño, aunque no lo hablo bien, por desgracia. Aquel cuadro me impresionó tan favorablemente que di un codazo a mi madre, que leía a mi lado, para llamar su atención sobre la pantalla del televisor. «Es de Magritte», me dijo. Busqué Magritte en la “Larousse”. No había fotos, pero aprendí una palabra nueva: surréalisme. Miré en otra enciclopedia, pero ni siquiera figuraba su nombre. Busqué surréalisme en la “Larousse”. Tampoco se le nombraba, pero sí a Dalí… ¿Es que Magritte no era importante? Si mi madre lo conocía, ¿por qué no la enciclopedia?

Unos meses después, paseando con mi abuelo, pasé junto a una librería. En su escaparate, se hallaba expuesto un libro caro y enorme. En letras rojas sobre la ilustración de la cubierta (una nube languideciendo sobre la hierba) ponía: MAGRITTE. Obligué a mi abuelo a entrar en la tienda y el dueño me permitió hojear el libro.


Un pájaro de piedra planeando por un cielo algodonoso, una tuba aureolada con llamas a la orilla del mar, unos amantes besándose con las cabezas envueltas en telas blancas… Yo había visto ya fotografías de cuadros de Dalí, pero no me habían gustado; me daban mala espina. Eran imágenes de pesadilla. Las imágenes de Magritte, en cambio, eran aparentemente plácidas, pero al cabo de un rato de contemplarlas me asaltaba la inquietud. Eran bellas, pero extrañas. Alguna vez soñé, después de aquel día, con esos cuadros. El pájaro de roca caía y se estrellaba rompiéndose en pedazos. Los amantes descubrían sus cabezas y mostraban unas caras monstruosas. La nube se disolvía desvelando el horror en forma de gusanos bullendo en un agujero lodoso. Pero eso no me arredró. Con los años, hice una pequeña colección. Postales, reproducciones, fotografías, etc. Me interesé en la vida de Magritte. Así como otros surrealistas habían amado el escándalo, Magritte era un modelo de circunspección. Nunca era noticia. Llevaba una vida apacible en Bruselas, con su mujer y su perro.

Finalmente, leí una frase suya que me dio la clave para entender aquel cuadro que había visto en televisión siendo niño: «Un objeto nunca cumple la misma función que su nombre o su imagen». Esta reflexión, en el marco de la discusión sobre los universales, me ha ayudado mucho a la hora de comprender la posición nominalista, así como su evolución terminista.


27.1.10

La realidad como instrumento demiúrgico: Roman Signer

Quiero recuperar textos de mi pasado académico para Ecos Cavernarios y he decidido empezar por este sobre el artista Roman Signer, cuya obra conocí en 1995 gracias al programa de televisión Metrópolis, a raíz de su actuación en (si no recuerdo mal) la primera edición de Gutun Zuria (Carta Blanca), en Bilbao. Este texto data aproximadamente de 1998 y fue incluido en un trabajo titulado De mis emociones estéticas que entregué a Simón Marchán Fiz cuando estudiaba Filosofía en la UNED.




Existe en Alemania un artista de los sucesos llamado Roman Signer. Es uno de esos artistas que se han dado en llamar ‘instaladores’. Pero su obra no está hecha para perdurar. Es un arte fugaz, que considera las consecuencias estéticas de ciertos fenómenos; su arte es fruto de una manipulación consciente de la realidad, y su raíz se hunde en la infancia: Roman Signer me recuerda al niño que fui; aquel que, con sus amigos, encendía petardos en botellas o bolas de plastilina, en la boca de un pez o en la grieta de un viejo muro, para contemplar el efecto de la explosión. Aquel aprendiz de dinamitero renace en mi alma al evocar en la memoria los experimentos artísticos de Roman Signer. Una mesa blanca flotando sobre sus cuatro patas en un lago en una imagen alucinante, con las nublas montañas nevadas al fondo. Una mesa blanca acribillada a balazos (no pude evitar un estremecimiento al presenciar el fusilamiento de aquella mesa). Una mesa blanca elevándose al anochecer por el efecto de unos cohetes atados a sus patas. Un reloj sobre un plano blanco navegando río abajo. Signer preparó una serie de extraordinarios experimentos en un hotel. Merced a uno de ellos, todas las contraventanas del piso superior se abrieron al unísono. Para ello instaló pequeños cohetes, que activó con un detonador, en cada una de ellas. Acto seguido, giró un conmutador y ocho banquetas blancas de cocina salieron volando simultáneamente por sendas ventanas, con idéntica trayectoria hasta el suelo, donde se estrellaron con un efecto estético sobrecogedor. En Bilbao, actuó —pues eso es lo que hace— en el acontecimiento denominado «Carta Blanca», en 1995. En aquella ocasión eligió una amplia estancia, provista de columnas, para su “performance”. Instaló una brocha, fijada a un palo de escoba, en la parte trasera de una bicicleta, de modo que llegase al techo. Eligió una columna y dio vueltas en torno a ella subido en su bicicleta, de manera que la brocha, empapada en pintura, iba dejando un rastro de color en el techo. En otra actuación, atravesó una vía de un aparcamiento subterráneo provisto de un traje ignífugo que le daba el aspecto de un explorador espacial de fantasía, plateado como las naves de Ray Bradbury. Necesitaba el traje para andar por ahí, pues a lo largo de la vía había instalado grandes bombonas de gas que despedían cegadores chorros de fuego a su paso.

Algunas de las imágenes que se grabaron para conservar de algún modo estos sucesos me recordaron al pintor belga René Magritte, en particular el cuadro que representa una enorme roca suspendida en un cielo azul surcado por algunas nubes, y también al músico Erik Satie y sus “Gnossiennes”, pues tenían una cualidad poética similar al de estas obras (y esto me sirve para comentar mis gustos pictóricos, empezando por Magritte).